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Han pasado ya seis años desde que el LIFE+ Urogallo cantábrico emprendió el vuelo con el objetivo de frenar el declive de una de las especies más amenazadas de la península ibérica. Cuando empezamos sabíamos que afrontábamos un enorme reto. Partíamos de una situación complicada. El urogallo cantábrico es una especie muy difícil de gestionar, delicada y muy sensible a los cambios que se producen en su hábitat. Es una especie presa y la mortalidad juvenil es muy elevada.
Se estima que ha desaparecido del 70% de los lugares que ocupaba hace apenas tres décadas y que quedan menos de 500 ejemplares en los bosques de la cordillera Cantábrica.
Esta especie querida por todos y emblema de la cordillera, se encuentra en una situación crítica. Por ello, por primera vez administraciones públicas, entidades sin ánimo de lucro y del sector empresarial decidimos aunar nuestros esfuerzos, con el apoyo de la Unión Europea, en un programa de acciones urgentes para contribuir a la recuperación de esta especie emblemática.
Han sido años de aprendizaje y de gran esfuerzo en los que hemos trabajado en acciones de gestión de hábitat, reducción de amenazas, cría en cautividad, reforzamiento de la población silvestre, seguimiento de ejemplares, custodia del territorio, educación ambiental, sensibilización y comunicación.
Más de un centenar de personas se han involucrado en todas estas acciones. Ingenieros forestales, científicos, expertos internacionales, veterinarios, educadores, voluntarios, escolares, guardas forestales, autoridades, ganaderos, cazadores, apicultores, emprendedores y vecinos de las localidades de la cordillera Cantábrica, entre una larga lista de profesionales.
A todos ellos queremos agradecerles su dedicación y apoyo. También a aquellos que con sus voces críticas han contribuido a mejorar el proyecto. Somos conscientes de que aún queda un largo camino por delante. Salvar al urogallo cantábrico es una carrera de fondo, un trabajo a largo plazo. Con este gran proyecto creemos que se han sentado las bases de su conservación y confiamos en que el tiempo sea nuestro mayor aliado a la hora de evaluar la efectividad de las acciones que hemos impulsado y el conocimiento adquirido para preservar una especie que no puede desaparecer de nuestros bosques.
Equipo del LIFE+ Urogallo cantábrico